viernes, 14 de octubre de 2011

EL ZAPATO Y EL BETÚN

En la habitación de un niño existían unos zapatos bonitos, en que todos los días desde que había sido comprado recibía la humectación del betún en su cuero, pues esto lo hacia más brillante ante todos los demás que no recibían.
Un día pasando por las avenidas vio un zapato que se estaba abriendo las suela, dijo -Hola ¿estás descuidado y maltratado? no te han dado ninguna humectante para tu cuero y por eso te ves así. Tienes que ir de visita a un zapatero para que te reponga y te clave tu suela para que puedas caminar mejor.
El zapato sin suela contestó -si, me han tratado muy mal, pero hoy día escuché que iré a reponerme para seguir caminando.
El zapato que tenia buen estado dijo -si mira como estoy, feliz de la vida pues todos los días me echan betún en mu cuero.Sabes que es necesario echarles betún y lustrarlos para mantener un buen estado, ojalá no se olviden de enviarte al zapatero para que te repongan porque sino se terminará de romper tu suela y ya no servirás. Nos vemos.
El zapato lustrado al llegar a su casa habló con el betún y le dijo -mira, me encontré con un zapato sin suela y viejo creo que debo agradecerte por brindarme tu humectante en mi cuero y asi tener buen aspecto y no sufrir maltratos a los que estamos expuestos, muchas gracias betún.
-No hay porque zapato, es mi trabajo y debo cumplirlo. Si tu no estuvieras yo no existiría aquí.
Gracias por estar aquí, me voy, ya terminó mi trabajo, dijo el zapato, hasta mañana.
Mensaje: todos los zapatos nos duran más cuando les damos un mayor mantenimiento con betún, es nuestro arreglo personal.

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